Componentes funcionales de la dieta mediterránea y salud
Numerosos estudios epidemiológicos han mostrado que las poblaciones Mediterráneas tienen una baja incidencia de enfermedades crónicas con etiología oxidativo-inflamatoria (cardiovasculares, artritis reumatoide, enfermedad inflamatoria intestinal, cáncer, etc.) en comparación con poblaciones del norte de Europa. Aunque los beneficios de la dieta Mediterránea posiblemente no se puedan adscribir a componentes aislados de la misma, sino al conjunto de ellos, con sus posibles interacciones positivas y en el contexto de un estilo de vida determinado, las ventajas nutricionales y de salud de la dieta Mediterránea se han atribuido en gran parte al patrón de ingesta de grasa y a la abundante presencia de antioxidantes.
El grupo ha estudiado en los últimos años, fundamentalmente a nivel celular y molecular, la influencia de componentes destacados de la dieta Mediterránea, como el ácido oleico o el hidroxitirosol de la fracción insaponificable del aceite de oliva, sobre los mecanismos fisiopatológicos de enfermedades con etiología oxidativo-inflamatoria, tratando de aclarar aspectos específicos de la relación dieta-salud y siempre buscando el potencial preventivo y/o terapéutico que esos componentes podrían tener individualmente o como parte del patrón alimentario Mediterráneo.