Hoy en día, los sistemas de computación de alto rendimiento (HPC) ofrecen grandes prestaciones, pero consumen enormes cantidades de energía eléctrica. Teniendo en cuenta que el consumo eléctrico es uno de los más relevantes e incontrolable coste operativo de los sistemas HPC, diferentes investigaciones han puesto de manifiesto que el consumo eléctrico es un aspecto crítico para los sistemas HPC de nueva generación.