Se busca mejorar las destrezas atencionales, la capacidad de concentración, de atención sostenida, la educación metacognitiva de la atención (atención a la atención), la capacidad de introspección, el uso de la voz interna, el análisis del contexto (apertura atencional), la disminución de la reactividad emocional (ira, miedo, tristeza) y  el aumento de la empatía y la compasión, fundamentalmente mediante entrenamiento mindfulness y aprendizaje socioemocional. El grupo ha estudiado con imagen cerebral la voz interna, positiva y negativa, su relación con la impulsividad y el reconocimiento del yo ante el espejo en función de la acción (distintos tipo de yo: el yo visceral, el yo visual, el yo biográfico…).