El acoso sexual es una de las formas de violencia de género más comunes reflejo de las relaciones sociales de poder entre mujeres y hombres. La evidencia empírica muestra que la población en general circunscribe el acoso sexual a un contexto (laboral) y relación de poder concreta, esto es, el acoso procede de un superior hacia una subordinada (acoso tradicional). Sin embargo, la desigualdad de poder que sirve como mecanismo de subordinación y control por parte del hombre hacia la mujer, se encuentra presente en múltiples contextos. Este proyecto estudia la comprensión del acoso sexual, en tres sentidos:

1) analizar la percepción de dos tipos de acoso como son el acoso tradicional (el que ejerce un superior hacia una subordinada) frente al acoso contrapoder (el que sufre una mujer superior por parte de un subordinado)

2) analizar la percepción de dichos comportamientos en función del contexto (laboral vs. interpersonal) 

3) analizar las causas y consecuencias del acoso desde la perspectiva del perpetrador y de la víctima. 

Nos centraremos en los tipos de acoso más sutiles, el acoso de género y la atención sexual no deseada, por ser los más frecuentes y los menos denunciados. E incluso pueden ser considerados como comportamientos normales y aceptables en las interacciones hombre-mujer. Un ejemplo claro de conductas que no son percibidas como acoso sexual es la Cosificación Sexual, esto es, la tendencia a percibir a la mujer en función de sus atributos sexuales.