En un mundo globalizado, la dimensión espacial de los procesos sociales ha alcanzado una relevancia que, aunque siempre ha estado presente en su estudio, ahora parece insoslayable. La vida urbana, la vida rural, las dinámicas demográficas en unos y otros territorios, la movilidad y los movimientos migratorios, tanto internacionales como internos, son ámbitos que atraen nuestra atención como grupo de investigación.  En ese mismo sentido, la dimensión ambiental, sus problemas y su gestión, están igualmente ligados a esa dimensión espacial, que recorre todas las escalas territoriales, desde el sistema mundial a los sistemas locales. Como lo tienen los movimientos sociales que se desarrollan en torno a esta problemática.