El éxito de la fase de estudios previos se calcula en base a su capacidad de describir todos los aspectos que constituyen el edificio y las características de sus mecanismos de alteración. Se desarrolla un recorrido de acercamiento a la materialidad del edificio, desde una visión de su carácter general, hasta los detalles de su forma y estructura: pues se quiere alcanzar finalmente un modelo descriptivo completo del organismo arquitectónico y de su entorno próximo. La fase de estudio preliminar, plantea un procedimiento de descomposición y recomposición del edificio, basándose en un levantamiento métrico inspirado al criterio de exactitud, y en un estudio histórico que tenga en cuenta el carácter sincrónico, pero también diacrónico, del proceso de transformación del edificio en el tiempo. El objetivo es llegar a un diagnostico justificado del estado de conservación de la arquitectura en todos sus aspectos especificos, de manera que para todas la problemáticas verificadas se conozcan origen, evolución, y efectos sobre su estado actual.