El grupo Geoquímica Experimental y Computacional, anteriormente denominado Geoquímica de Alteraciones Superficiales, se crea en la primera convocatoria del Plan Andaluz de Investigación, integrando fundamentalmente investigadores del CSIC. Su objetivo principal es el estudio de los procesos responsables de la formación y alteración de minerales en condiciones superficiales, con especial interés en estimar el tiempo requerido para los mismos. Aborda procesos de formación y destrucción de minerales del suelo, la génesis de minerales de la arcilla en ambientes volcánicos e hidrotermales o las transformaciones de los filosilicatos en las condiciones de diagénesis. El grupo fue pionero en la aplicación de la geoquímica de isótopos ligeros estables (¹³C/¹²C, ¹⁸O/¹⁶O, D/H), los cuales son excelentes trazadores naturales de los procesos geoquímicos por los que se rige el sistema Tierra. En concreto en este grupo se realizan estudios isotópicos sobre materiales arcillosos, carbonatados y aguas con objeto de conocer su origen y evolución. La incorporación de nuevos investigadores permitió abrir una nueva línea de investigación en la que ha sido un referente nacional: la aplicación de métodos de química computacional al estudio de las propiedades y reactividad de los minerales.